Se trata del curso “Mejora de las interacciones en el aula para apoyar el desarrollo de lenguaje en Educación Parvularia”, ofrecido por la Universidad Católica, a través del Centro UC para la Transformación Educativa, CENTRE, a las distintas docentes de los jardines de la Junji de la zona norte del país.
Ni la pandemia, ni el aislamiento, ni la falta de señal de internet intervino en las ganas de actualizar los conocimientos de más de 400 educadoras y profesionales de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) de la región de Tarapacá, quienes durante casi ocho meses participaron del curso “Mejora de las interacciones en el aula para apoyar el desarrollo de lenguaje en Educación Parvularia”, ofrecido por el Centro UC para la Transformación Educativa, CENTRE.
El programa comenzó en agosto del 2019 de manera presencial y debido a la pandemia se ajustó la modalidad a distancia con clases en vivo en junio del 2020, a través de las plataformas digitales de la Universidad Católica. El objetivo fue dar continuidad al trabajo que ya había partido en Iquique, cuando el equipo de académicos y profesionales del Centre UC se movilizó para potenciar los conocimientos de las y los docentes y profesionales que son parte de los 33 jardines de la región, entregando herramientas del sistema CLASS®. El esfuerzo culminó, finalmente, el jueves 10 de diciembre, con una ceremonia donde participaron alumnas, alumnos y autoridades de Junji y de la Facultad de Educación.
Según la subdirectora de Calidad Educativa de la Dirección Regional de la Junji Tarapacá y también alumna del curso, Orieta Burgos, “CLASS no es solo una herramienta que nos permite mejorar las interacciones en el aula para hacerlas más efectivas en la práctica pedagógica, con ella construimos un sentido más profundo de las interacciones adulto-niño, fortaleciendo las miradas a los procesos pedagógicos. Hoy sabemos que pequeñas diferencias en las interacciones entre adultos y niños pueden generar diferencias significativas en el desarrollo de los niños y niñas”.
Para ella, un factor esencial que permitió asegurar el éxito del curso fue el compromiso de las educadoras, profesionales y funcionarias que asistieron al curso de forma remota: “Lo importante era estar, participar. Incluso atendiendo muchas situaciones particulares de conectividad, donde muchas funcionarias acudieron a la casa del vecino que tenía mejor internet, pero con eso demostraron esta motivación y compromiso de poder continuar”.
Cuando se comenzó a gestar la idea del curso, se pretendía “mejorar los aprendizajes y, sobre todo, poder trabajar el lenguaje de los niños que es tan fundamental”, explicó en la instancia la vicepresidenta ejecutiva de la Junji, Adriana Gaete. “Surgieron muchas ideas y hoy día estamos cerrando ese sueño que tuvimos una vez, poder trabajar con la universidad y el Centre UC en esta herramienta que nos permite observar y mejorar nuestras interacciones… Esto marca un antes y un después en el trabajo que realizamos en Junji dentro del aula”, agregó.
En el curso participaron 425 educadoras y profesionales de la región de Tarapacá, permitiendo brindar mayores oportunidades de mejora en la interacción con los 2.703 niños y niñas que asisten a los recintos de la zona norte del país.
El director del Centre UC, Ernesto Treviño, aprovechó de agradecer a todos los y las profesionales involucrados en el curso “por la flexibilidad y el apoyo por sacarlo adelante”, y aseguró que las sesiones contaron con un 85% de asistencia en promedio, un logro que demuestra el compromiso de las educadoras y educadores. “Y no solamente la participación numérica fue alta, sino que hubo una participación muy activa en clases generando profundas reflexiones sobre el contexto actual”, agregó.
Algo con lo que concuerda la entonces decana de la Facultad de Educación UC, Lorena Medina, quien destacó la capacidad de las y los alumnos de enfrentarse a los desafíos que significó la pandemia para permitir la mejora educativa: “Durante este tiempo seguimos trabajando juntos, a pesar de todos los obstáculos, para construir capacidades y atender mejor a niñas y niños, enfocándonos ahora en otra manera. Y creo que esa es la oportunidad que esta pandemia nos ha ofrecido: recuperar el sentido de esa formación integral que se requiere para cuidar el bienestar de nuestras niñas y niños”.