Estratégicas lúdicas, aprendizaje basado en proyectos y aprendizaje basado en problemas, son algunas de las alternativas. Dichas estrategias comparten el principio de dar el protagonismo a los estudiantes donde tratan de resolver un problema auténtico o participar grupalmente en un juego también real.
Las metodologías de enseñanza se han transformado para verlas como facilitadoras del aprendizaje de los estudiantes. Más que enfocarse en el docente, se orientan en cómo la diversidad de estudiantes en un aula logra aprender a través de diferentes estrategias.
Así lo menciona Ernesto Treviño, director del Centro UC para la Transformación Educativa (Centre UC), quien explica que existen múltiples estrategias para promover el aprendizaje efectivo. “Entre ellas se encuentran estrategias lúdicas, aprendizaje basado en proyectos, aprendizaje basado en problemas, por mencionar algunas. Dichas metodologías comparten el principio de dar el protagonismo a los estudiantes donde más que repetir ejercicios aprendidos, tratan de resolver un problema auténtico o participar grupalmente en un juego también real”, sostiene.
Agrega que, en segundo lugar, estas estrategias tienen como base la noción de que primero está el bienestar emocional y posteriormente se puede aprender.
“Es difícil que un estudiante con algún tipo de estrés emocional aprenda, por ello es clave fomentar un ambiente positivo en las salas, incluso lúdico, y poner atención a estudiantes en particular que lo requieran”, dice.
Innovar en el aprendizaje
En este camino, Centre UC realizó un encuentro virtual sobre estrategias innovadoras para potenciar el aprendizaje. La iniciativa destacó temáticas que son especialmente relevantes en las aulas de hoy.
Una de ellas fue justamente el aprendizaje basado en proyectos, que permite que los estudiantes resuelvan problemas del mundo real de manera colaborativa mientras aprenden.
Además, se abordó la importancia de cambiar enfoques tradicionales en la enseñanza de la lectura, promoviendo tareas que fomenten una reflexión más profunda y la aplicación del aprendizaje en situaciones cotidianas, lo que impulsa tanto la comprensión lectora como el gusto por los libros. La evaluación formativa y la retroalimentación también fueron temas relevantes. Estas permiten que los estudiantes ajusten su proceso de aprendizaje antes de una evaluación final, promoviendo su autorregulación.
En este contexto, subraya Treviño, la tecnología juega un papel central, dado que el 58% de los niños y niñas obtienen su primer celular con internet antes de los 10 años (según KidsOnline). “La virtualidad es un espacio que habitan estudiantes y profesores, por lo tanto, debe entenderse como un medio que pueda facilitar el aprendizaje, la interacción e incluso la retroalimentación.
Este mismo entorno virtual es el que permite a los docentes acceder a este tipo de encuentros, así como a programas de formación continua, donde pueden informarse y colaborar en tiempo real, resolviendo dudas y compartiendo estrategias desde cualquier lugar en que se encuentren”, señala.
Junto con aspectos más metodológicos de enseñanza, ¿qué otras acciones son relevantes para un buen desarrollo del alumno? El director del Centre comenta que las acciones para el desarrollo integral deben incorporarse en todas las actividades, ya que son parte sustancial de aprender matemática, lenguaje, ciencias sociales, y otras materias. “La confusión que tenemos como sociedad en Chile es que pensamos que las materias o disciplinas curriculares son separadas del desarrollo integral, y eso es un error con consecuencias negativas para el aprendizaje. La planificación e implementación de variadas estrategias de aprendizaje donde los estudiantes sean protagonistas y tengan muchas oportunidades de equivocarse y corregir son claves. Pero se deben evitar actividades como las guías, copiar de los libros, o extraer o replicar información de otro lado”, recalca.
Finalmente, en este contexto es relevante potenciar la sana convivencia y el trabajo mancomunado de la comunidad escolar. Treviño sostiene que “a convivir se aprende conviviendo”, así las estrategias para promover el aprendizaje deben incluir oportunidades de diálogo, llegar a acuerdos, resolver diferencias de opinión o conflictos de forma pacífica. “Esto debe ocurrir en todos los cursos y disciplinas, no es un tema del área o encargado de convivencia.
Las interacciones de los estudiantes con los adultos en las escuelas deberían ser consistentes en promover tanto el protagonismo de los estudiantes – aprender haciendo – como en modelar formas de relaciones sociales positivas”, señala.