¿Cómo adaptar la enseñanza del inglés a las clases remotas?

¿Qué herramientas en línea se pueden aprovechar? ¿Cómo aplicar la priorización curricular a la asignatura? Estas fueron parte de las preguntas respondidas en el webinar “Teaching strategies for the Chilean English remote classroom”, organizado por el Centro de Justicia Educacional y el Centro UC para la Transformación Educativa.

En Chile, sólo el 32% de los estudiantes de tercero medio alcanzó el nivel básico e intermedio de inglés, según los resultados del Simce del año 2017. La medición muestral considera una escala de 0 a 100, el promedio de puntaje entre las y los estudiantes fue de 51 puntos. Es decir, la enseñanza del inglés representa un desafío en el aprendizaje de varios alumnos y alumnos en el país. Un escenario que en pandemia se torna aún más difícil.

Esta es una realidad de la que están conscientes, tanto en el Ministerio de Educación (Mineduc) como en la academia. Para enfrentar las clases a distancia para los más de 3,6 millones de estudiantes del país, académicos y académicas de la Universidad de Chile y la Universidad Católica propusieron un currículum de emergencia en el documento titulado “Propuestas Educación, Trabajo Interuniversitario Mesa Social 3B Covid-19”. La propuesta tuvo eco en el Mineduc que, a fines del mes de mayo, presentó una priorización del currículo que apunta, en este caso, a que la asignatura de Inglés se priorice sobre todo en los cursos desde 5° básico a 4° medio.

¿Cómo enseñar inglés, entonces, durante la pandemia? Las académicas Leyla Lobos, Malba Barahona y Francisca Gallegos, de la Facultad de Educación UC, trataron de responder y entregar consejos frente a esta pregunta en el webinar “Teaching strategies for the Chilean English remote classroom”, organizado por la Línea de Inclusión Pedagógica del Centro de Justicia Educacional, CJE y el Centro UC para la Transformación Educativa, Centre.

La recomendación repetida: aprender haciendo y practicando. Según Francisca Gallegos, es importante realizar actividades de resolución de problemas y que promuevan el pensamiento crítico: “Debemos planificar, además, las instrucciones cautelosamente para que le de libertades a los grupos y, de esta manera, lograr que trabajen de forma semi-independiente”. Una plataforma recomendada fue Google Drive, donde los alumnos y alumnas de un grupo pueden interactuar y escribir al mismo tiempo.

Por su parte, Malba Barahona agregó que las planificaciones se deben realizar de forma semanal, integrando las habilidades de escucha, habla, lectura y escritura: “La idea es que el o la estudiante pueda interactuar con el lenguaje en forma viva”. Por ello, aconsejó la utilización de elementos culturales del interés de los estudiantes, como canciones, cómics o, incluso, sucesos actuales. Por ejemplo, dijo, se puede realizar un proyecto que toque la temática del racismo, respecto al caso de George Floyd y las protestas contra la discriminación racial en Estados Unidos y el mundo.

Asimismo, y considerando la brecha al acceso de internet tanto de las y los niños como profesores, la jefa del programa de Pedagogía en Inglés para Educación Básica y Media de la UC, Leyla Lobos, dijo que es sumamente esencial que las y los docentes conozcan el contexto actual de sus comunidades educativas al momento de aplicar la priorización curricular: “Sabemos que no todas las salas de clases son iguales, que todos los y las estudiantes son distintos, y que las condiciones en ciudades y en escuelas rurales no son las mismas”. Por ello, señaló, “debemos adaptarnos a las circunstancias en que se encuentra nuestro país y el mundo”.

Pero, ¿qué se debe hacer para lograr las habilidades establecidas en el documento entregado por el Mineduc? “Más que enfocarnos sólo en estrategias para la enseñanza remota, debemos preguntarnos ¿cómo continuamos enseñando inglés frente a lo que está ocurriendo?”, dijo Barahona. Por eso, es importante, en primera instancia, crear comunidad: “Es una gran estrategia y tenemos que fortalecerla”.

Al webinar asistieron más de 700 docentes y profesionales de la educación, conectados a través de las plataformas Zoom y Facebook Live. Esta situación demuestra, según la académica, cómo el contexto actual se transformó en una oportunidad para conectarnos. “Es cierto que nos hubiera gustado hacer un taller y estar juntos. Sin embargo, este número de personas, de Arica a Punta Arenas, quizás no podrían haber asistido a una instancia presencial. Aquí hay una oportunidad que se puede aprovechar no sólo en seminarios, sino que, también, en nuestras propias salas de clases”, aseguró Barahona.

Por eso, para aprovechar estas potencialidades en la enseñanza del inglés, recomendó usar las plataformas y herramientas digitales disponibles: “Si existen las condiciones, hacer clases en línea de 30 minutos, donde se interactúe. Debemos buscar alternativas para poder integrar momentos en que nos encontremos con los estudiantes y, además, potenciemos su trabajo autónomo”. Otras plataformas recomendadas para trabajar en grupos pequeños son: Zoom, Google Meet y Discord.

Pero, ¿cómo aplicarlo en contextos de baja conectividad? En esos casos se le puede sacar provecho a Facebook y WhatsApp, dijo Gallegos: “Son aplicaciones liberadas en dispositivos móviles y entregan buenas oportunidades para promover el trabajo colaborativo. Por ejemplo, podemos generar grupos de Facebook que se complementen a través de audios de WhatsApp, siempre estando en contacto con los apoderados y apoderadas”. Además, se pueden generar cápsulas de vídeos, textos, y utilizar otros formatos que no requieran conexión permanente.

Revisa más ejemplos y estrategias en el webinar:

El próximo martes 30 de junio se desarrollará el último webinar del ciclo “Apoyo pedagógico en tiempos de COVID-19”, titulado  «Problematizar para enseñar Ciencias Sociales: ¿Si no es ahora, cuándo?». Inscríbete aquí.

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