¿Por qué es importante que niños y niñas asistan a la educación preescolar?

Según estudios, en los primeros años el aprendizaje es más rápido y permite generar una trayectoria escolar más estable. Cuestionar, comparar y socializar son sólo parte de las oportunidades de aprendizaje que ofrece la educación inicial.

 

Un patio con pasto y tierra, sol, viento, dos árboles, juguetes en el suelo, un chanchito de tierra. Para muchos estamos nombrando objetos al azar, pero para un niño o niña de dos o tres años, por ejemplo, éstos pueden ser un conjunto de cosas que den pie a un mundo de aventuras y aprendizajes.

Este escenario puede convertirse, entonces, en un espacio de oportunidades para los menores, sobre todo, si es también compartido con pares de edades cercanas. Una aseveración respaldada por evidencia nacional e internacional. Según la jefa de carrera del programa de Pedagogía en Educación Parvularia de la Facultad de Educación UC, Pamela Rodríguez, en estos primeros años de vida “se desarrollan procesos cognitivos de comparación, de preguntar cosas como ‘de dónde crees que salieron los chanchitos’, ‘yo creo que vienen desde allá’. Por eso es importante que comparta con otros niños, que tenga la posibilidad de socializar y de moverse”. Este potencial, dice, es una forma de indagación científica temprana que permite la comprensión del mundo en que se desarrollan.

Una opinión que comparte el director del Centro UC para la Transformación Educativa, CENTRE, Ernesto Treviño. El académico asegura que cuando los niños y niñas pasan por educación parvularia “entran en una mejor trayectoria escolar y de vida positiva. Aumentan sus prácticas de autorregulación, lo que está vinculado con el desarrollo de habilidades de pensamiento más complejas”. Además, “investigaciones demuestran que se genera mayor tolerancia a la frustración, más facilidad para relacionarse con otros, elementos que le ayudan a insertarse, convivir y funcionar mejor en escuela y sociedad, aunque no necesariamente se ve una relación significativa en exámenes estandarizados”.

¿La mejor edad para ingresar al jardín? Para los expertos es entre los dos y tres años. “La evidencia científica recomienda ingresar al niño desde los tres años, ya que en los primeros dos años es muy importante el apego materno”, dice el director del CENTRE UC. Idea que respalda Rodríguez, debido a que “desde los dos años los niños comienzan a controlar esfínteres” y “tienen la posición más erguida, van cada vez saliendo con más confianza al mundo, comienzan a desarrollar el lenguaje”.

Asistir o no asistir

La educación preescolar es una opción que se ha visto al alza en los últimos años, alcanzando una cobertura del 53% de los hogares, según la Subsecretaría de Educación Parvularia. Esta tendencia se debe, en parte, al “aumento de los hogares monoparentales en Chile, en su mayoría encabezados por una mujer inserta en el mundo laboral”, dice Treviño. Observación respaldada por la encuesta CASEN, que muestra aumento del 8% al 19,1% en el porcentaje de niños y niñas en hogares monoparentales, desde 2000 hasta 2017.

Pero, ¿qué hacer si no existen las condiciones o prefiere postergar dicha instancia? Por supuesto que es válido, dicen los expertos, pero lo importante es que los menores estén estimulados intelectual y emocionalmente. En caso de no tener acceso a salas cunas o jardines infantiles, existen posibilidades de ejercer este tipo de enseñanza desde el hogar. Según Pamela Rodríguez, para ello “es esencial impulsar el juego desde la casa y la expresión a través del cuerpo. Escalar, ascender y resbalarse. Que sea una práctica habitual”. 

Además, la experta recalca que los espacios de socialización en el exterior son importantes para el aprendizaje: “Algunos padres piensan ‘bueno, está en la casa y tiene sus juguetes o la televisión y el computador’. Sin embargo, los estudios señalan que el aprendizaje que se obtiene directamente a través de la tecnología es sensiblemente inferior al que puede obtener junto a otros a otros niños”, explica.

Otra solución, dice Treviño, es utilizar “las herramientas disponibles en línea, donde se pueden encontrar elementos informativos de cómo atender a niños pequeños y estimularlos”. Para esto, el experto recomienza revisar el Programa de Apoyo al Aprendizaje Integral de la Subsecretaría de la Niñez, así como los materiales disponibles en los sitios web de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) y el rincón de juegos de Fundación Integra.

 

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