¿Qué tan urgente es retornar a la educación presencial?

Tras casi cinco meses desde el cierre de las escuelas, autoridades y expertos en educación reabren el debate sobre la reapertura de las escuelas. ¿Cómo y cuándo debiera ocurrir? Ernesto Treviño, director del Centre UC, entrega algunas luces al respecto.

Hace algunos días la Organización de las Naciones Unidas (ONU), publicó un informe de políticas sobre educación, acompañado por declaraciones del noveno Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, quien advirtió que el cese de clases presenciales podría generar una “catástrofe generacional”. Palabras que generaron distintas reacciones, tanto desde el gobierno como desde la academia y las comunidades escolares, despertando nuevamente la duda sobre si es conveniente acelerar o no el retorno a las escuelas.

El informe recomienda iniciar cualquier proceso de regreso a las aulas “una vez que la transmisión local del COVID-19 esté controlada” y “de la manera más segura posible”, pero, además, alerta sobre la urgente situación que enfrentan alumnos y alumnas en condiciones de desventaja frente a la crisis sanitaria, quienes no han podido mantener una escolaridad regular. Según explicó el director Ernesto Treviño en Emol, efectivamente puede haber efectos negativos en el aprendizaje en “aquellos estudiantes que estaban en alguna situación de debilidad o fragilidad en su trayectoria escolar”. Además, dijo, puede generarse “una alta deserción si no tomamos las medidas necesarias».

En ese sentido, las recomendaciones propuestas en los informes “Didácticas para la proximidad: Aprendiendo en Tiempos de Crisis” y “Liderazgo Escolar: Aprendiendo en Tiempos de Crisis”, generados por académicos, académicas y docentes de todo el país – entre ellos Treviño -, coordinados por la Universidad de Chile y la Universidad Católica, entregan algunas luces sobre cómo enfrentar la transición hacia la educación presencial, resguardando el bienestar de las comunidades educativas.

Una de las recomendaciones del informe sobre liderazgo escolar es, justamente, priorizar a aquellos estudiantes en condiciones de riesgo y quienes han sido afectados por la brecha de conectividad, promoviendo, por ejemplo, una metodología semipresencial. Según el director del Centre UC, metodologías que reduzcan los espacios de presencialidad podrían ser beneficiosas, ya que, gracias a la experiencia actual en educación remota, “ha quedado demostrado de que a veces hacer menos es hacer más», traduciéndose en «clases más dinámicas, con menos tiempo del profesor hablando», dijo al medio.

El informe de la ONU entrega, también, recomendaciones que van de la mano con las entregadas por los académicos de la UC y la Universidad de Chile. Entre ellas proponen, por ejemplo, proteger aspectos como el financiamiento de la educación y “reimaginar la educación” y la enseñanza para enfrentar las brechas de aprendizaje. Según Treviño, la pandemia ha ofrecido la oportunidad de una tremenda innovación pedagógica». Por ello, explicó en Emol, que la urgencia está en “prever cómo vamos a apoyar socialmente a aquellos estudiantes donde sus familias, por ejemplo, perdieron sus trabajos y que, a pesar de estar en edad de asistir al colegio, tienen que elegir entre la educación o la supervivencia».

Descarga el primer informe de Propuestas Educación aquí.

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